Hoy en día no solo los hogares disponen de sistemas domóticos para automatizar sus viviendas. Las empresas ya han empezado a integrar este sistema tecnológico inteligente.
La domótica se entiende como un conjunto de sistemas que aportan a una vivienda o a una nave industrial servicios de gestión energética, de seguridad, bienestar y comunicación.
Estos están enlazados a través de redes interiores y exteriores de comunicación que están cableadas o son inalámbricas. Esta nueva tecnología nos aporta a corto y a largo plazo, ahorro energético, confort y seguridad.
Suelos técnicos y elevados
Una vez que ya hemos incorporado este sistema se necesita instalar algún tipo de soporte para poder hacer invisible todo su cableado. Es aquí cuando toman relevancia los suelos elevados.
En el mercado podemos encontrar distintos tipo de suelos técnicos, o de suelos elevados. La mayoría se parecen pero la diferencia está en los materiales de fabricación. Los suelos están compuestos por un núcleo de aglomerado o anhidrita y están recubiertos y acabados con PVC o linolium. Actualmente ya se están recubriendo y protegiendo con loseta de gres.
La estrecha relación entre domótica y suelos técnicos
La principal función de los suelos técnicos es ocultar todo aquello que queremos hacer invisible sin la necesidad de realizar regatas u otro tipo de reparación. La creación de estos suelos surge de la necesidad de ocultar instalaciones en zonas de trabajo o salas donde existe una gran densidad de cableado, tuberías y otro tipo de conducciones. El sistema domótico puede estar sistematizado de forma centralizada o distribuida por el edificio por ello son tan importantes lo suelos ya que permiten esconder todo el sistema de cableado.
La tecnología inteligente está en auge y ya muchas empresas han adquirido este tipo de sistemas, a la vez que cuentan con la seguridad de que con los suelos técnicos y elevados estarán totalmente protegidos.