Existen muchas variedades de mamparas y muchas clases de ellas. Aunque su función siempre sea la misma, separar un espacio para generar zonas aisladas y aumentar su optimización; no siempre esta función divisoria es la misma, ni divide los mismos lugares.
Las mamparas tuvieron como función original su aplicación en las bañeras, hoy su utilización habitual se ha extendido a múltiples áreas y estructuras. Si bien es cierto el vidrio templado es el material más utilizado, en la actualidad materiales alternativos de nuevas generaciones son aplicados para entregar diseño e innovación en la decoración de interiores.
Entre las clases de mamparas más comunes encontramos:
Mamparas fijas: Como su nombre lo indica suelen ser fijadas a la pared o a otra superficie. Son muy comunes en los baños y servicios higiénicos. Por ser fijas, solo tienen como fin aislar una zona determinada que jamás será descubierta y complementadas con una contraparte móvil y carecen de rieles como las demás.
Mamparas batientes: Este tipo de mampara está compuesta por dos partes principales y ambas son batientes; es decir que este tipo de mampara ambas hojas o lados son móviles. Ampliamente utilizadas en diversos espacios y áreas de trabajo como baños, oficinas, armarios etc.
Mamparas plegables: En este tipo de mampara ambas hojas son plegables y se esconden en la pared o donde se hayan instalado, dejando libre casi la totalidad del espacio en que trabajan. Son muy utilizadas por el gran ahorro de espacio que proporcionan y su facilidad de instalación en lugares pequeños.
Mamparas corredizas: Posiblemente las mamparas más utilizadas, además de ser las de mayores dimensiones. Se trata de dos puertas corredizas que al momento de desplazarse, cada una de ella se esconde al lado opuesto que corren. Se utilizan en lugares de mucho espacio como oficinas y hoteles.
Si está considerando instalar mamparas, antes de decidirse, hable con un experto